Una casa que llegó para hacer referencia y caso de estudio para la arquitectura en el siglo XXI, de un solo piso es una casa consciente y amigable con el medio ambiente.

Su construcción se distribuye en dos escuadras divididas por una terraza en donde las azoteas se van escalonando llevando el agua pluvial a un colector en el corazón de la casa, donde nace su nombre “Teral”, mismo que es la abstracción de dos palabras “terraza” y “canal de agua”, siendo el lado izquierdo un colector de agua pluvial y el lado derecho de la terraza una piscina con cascadas para disfrutar.

La composición de esta casa logra dar privacidad al área social que se encuentra en la primera parte de la casa y al área privada que son las dos recámaras ubicadas en la parte posterior del terreno, funcionando la terraza como punto de separación de la misma manera que hace unas escaleras de una casa de dos pisos.

Es una casa que danza con los árboles, respetando un gran chaka en la entrada principal, justo dentro de la cochera, y un árbol guayacán de floración amarilla, que se encuentra en el interior de la recamara principal, gracias a su composición cuenta con tres jardines, el primero para el área social, el segundo en el área de transición siendo el icono de la casa, un jardín zen diseñado para la contemplación con un cuerpo de agua que alberga lirios en su interior,  y finalmente el tercer jardín al fondo del terreno brindando  privacidad y descanso para el hogar.

De estilo brutalista y minimalista orgánico, la casa Teral fue diseñada con pisos de mármol, muros de pasta aparente y paneles solares, siendo 100% autosuficiente.